En la actualidad, el debate sobre los efectos del consumo de cigarrillos frente a la marihuana en la salud pulmonar es intenso y recurrente dentro de la sociedad y el ámbito médico. Mientras que durante años el tabaco ha sido reconocido por su impacto negativo en la salud respiratoria y cardiovascular, la marihuana ha sido vista por muchos como una alternativa menos dañina, incluso segura, para fumar. Sin embargo, las investigaciones científicas sobre las consecuencias exactas del consumo de cannabis en los pulmones han sido limitadas o contrapuestas, dificultando una comprensión clara para el público general y profesionales de la salud. No obstante, un estudio reciente publicado en la revista Current Problems in Diagnostic Radiology aporta evidencia significativa basada en imágenes obtenidas mediante tomografías computarizadas o CT, que revelan diferencias cuantificables en el daño pulmonar entre fumadores exclusivos de marihuana y aquellos que fuman únicamente cigarrillos. Este análisis avanzado permite observar cómo cada sustancia afecta la estructura y función de los pulmones y el sistema cardiovascular, mostrando patrones distintivos que apoyan conclusiones importantes sobre la gravedad del impacto relacionado con cada hábito.
Para evaluar las alteraciones pulmonares, el estudio utilizó un enfoque que combinó evaluaciones cualitativas y cuantitativas de los escáneres CT. Se formaron tres grupos bien definidos con controles cuidadosamente emparejados: personas que nunca fumaron (nunca fumadores), individuos que consumían exclusivamente tabaco en forma de cigarrillos, y usuarios exclusivos de marihuana. Posteriormente, se midió el volumen total pulmonar y se analizó la presencia de múltiples signos radiológicos como enfisema, opacidades de tipo vidrio esmerilado, mosaicos de atenuación, engrosamiento de la pared bronquial y calcificaciones coronarias. Los resultados fueron sorprendentes. Los usuarios únicamente de marihuana mostraron un volumen pulmonar total más bajo en comparación con los no fumadores, sin embargo, tuvieron una incidencia considerablemente menor de enfisema y opacidades centrilobulares de vidrio esmerilado.
En contraste, la presencia de enfisema entre los fumadores de cigarrillos fue elevada, encontrada en más del 60 % del grupo, y una alta proporción exhibió opacidades pulmonares características. Adicionalmente, los daños en la circulación coronaria, reflejados en calcificaciones moderadas a severas, fueron mucho más frecuentes en quienes fumaban tabaco puro que en los consumidores de marihuana. Estos hallazgos dan soporte visual y cuantitativo que los cigarrillos provocan daños pulmonares y cardiovasculares más severos que la marihuana. Además, los investigadores apuntan que aunque la marihuana puede inducir inflamación del tracto respiratorio y síntomas como bronquitis, no parece desencadenar los daños estructurales permanentes típicos del consumo de tabaco, como la hiperinsuflación pulmonar o el desarrollo del enfisema. A pesar de esta evidencia, es importante entender que el estudio reconoce limitaciones y la necesidad de investigar a mayores profundidades, especialmente considerando la duración y la frecuencia del consumo, ya que los efectos pulmonares de fumar marihuana a largo plazo no están todavía del todo claros.
Por otra parte, la diferencia en las sustancias químicas presentes en el humo tanto del tabaco como de la marihuana explica en parte las distintas manifestaciones clínicas y radiográficas observadas. Los cigarrillos contienen una mezcla compleja de toxinas, carcinógenos y partículas finas que generan daño crónico en el tejido pulmonar y favorecen la aterosclerosis coronaria, mientras que el perfil químico del humo de cannabis es distinto y aunque no exento de riesgos, parece causar menor daño en las vías respiratorias cuando se consume solo. Desde el punto de vista de la salud pública, estos resultados son valiosos para orientar las estrategias de prevención, educación y tratamiento relacionadas con el consumo de sustancias inhalables. Pese a que muchas campañas se han enfocado en reducir el tabaquismo por sus efectos devastadores en la salud, la percepción de que la marihuana es inocua ha incrementado y podría requerir ajustes para informar mejor sobre riesgos reales y relativos de cada hábito. También resulta relevante para médicos y especialistas en radiología conocer y discernir los patrones específicos que distintos agentes inhalados producen en las imágenes, dado que esto puede incidir en el diagnóstico, pronóstico y planificación terapéutica en pacientes con historia de consumo.