En un contexto global donde el trabajo remoto ha transformado la dinámica laboral, Canadá se destaca como el país cuyos profesionistas universitarios trabajan desde casa más días en promedio por semana. Según una encuesta internacional reciente realizada por el Instituto de Política Económica de Stanford, los empleados canadienses reportan un promedio de 1.9 días de trabajo remoto semanalmente, superando a otros países que también han adoptado esta modalidad. Este dato no solo refleja tendencias laborales actuales, sino que también pone de manifiesto la búsqueda creciente de un equilibrio vital entre la vida personal y profesional. La encuesta, que reunió una muestra de aproximadamente 16,000 participantes de 40 países, se centró exclusivamente en personas con educación universitaria, dado que son quienes tienen más probabilidades de ocupar cargos que permitan el trabajo a distancia.
Este enfoque permitió ofrecer una perspectiva clara sobre cómo se comportan estas profesiones en diferentes entornos culturales y económicos. Canadá, junto con países como Reino Unido, Finlandia, Estados Unidos, Alemania y China, encabezó la lista global, con el Reino Unido ocupando el segundo lugar para días remotos, seguido por Finlandia. El predominio de países anglófonos en la adopción del trabajo remoto es notable. Países como Australia, Nueva Zelanda e Irlanda, además de Canadá, el Reino Unido y Estados Unidos, presentan un rango similar de trabajo desde casa que oscila entre 1.5 y 2 días por semana, lo cual sugiere que el idioma, la cultura y quizás la estructura de sus economías terciarias favorecen esta modalidad.
En contraste, naciones como Grecia, China, Japón y Corea del Sur tienen los niveles más bajos. Esto puede estar relacionado con diferencias culturales, la naturaleza de los sectores productivos predominantes y políticas laborales. Un aspecto relevante de la encuesta es el comportamiento laboral de los padres. Se evidenció que los empleados con hijos tienden a optar por modelos híbridos de trabajo, alternando días en la oficina con días en casa. Por otro lado, quienes no tienen hijos suelen inclinarse hacia extremos: o trabajan completamente remoto o directamente en las instalaciones físicas de su centro laboral.
Este fenómeno resalta la influencia que las responsabilidades familiares tienen en la elección del espacio laboral y la flexibilidad deseada. En términos de género, la encuesta reveló que, aunque las diferencias generales entre hombres y mujeres en la cantidad de días remotos no son significativas, las mujeres con niños muestran un deseo algo mayor de trabajar desde casa. Esto refleja dinámicas sociales donde las madres pueden buscar más opciones para compaginar mejor sus obligaciones familiares y laborales. Otro dato de gran importancia es la evolución temporal del trabajo remoto. Según esta investigación, la cantidad de empleados que trabajaban desde casa disminuyó en 2023 respecto al pico que se observó en años anteriores motivados por la pandemia, pero desde entonces se ha estabilizado en 2024 y 2025.
Esto sugiere que, aunque la emergencia sanitaria fue el catalizador inicial, el teletrabajo ha llegado para quedarse en una forma equilibrada con el trabajo presencial. Más allá de la encuesta global, un estudio llevado a cabo en octubre de 2024 por la Alianza de Servicios Públicos de Canadá respalda este fenómeno y añade una perspectiva más enfocada al mercado laboral nacional. En este sondeo, 81% de los canadienses expresaron que consideran beneficioso el trabajo remoto, resaltando no solo la conveniencia sino también la percepción de que esta modalidad incrementa su productividad, algo mencionado por cerca del 66% de los participantes. Este respaldo del teletrabajo no es solo anecdótico. Datos previos ofrecidos por Statistics Canada indican que la productividad en el servicio público federal mejoró en un 4.
5% entre 2019 y 2023 durante los períodos en que el trabajo remoto fue predominante. Este incremento confirma que trabajar desde casa, adecuadamente gestionado, puede potenciar resultados positivos incluso en sectores altamente regulados y estructurados. Los incentivos relacionados con la satisfacción laboral también están asociados con esta nueva realidad profesional. Participantes en la encuesta reportaron que la posibilidad de manejar sus horarios y el ambiente de trabajo desde el hogar fomenta la creatividad, la pasión, la felicidad y el entusiasmo. Este nivel de bienestar es vital para mantener la motivación en entornos donde la rutina y la carga laboral pueden desgastar al personal.
La preferencia de los canadienses por un modelo laboral flexible es contundente. Solo un 15% expresó estar a favor de retomar un esquema presencial predominante. Esta tendencia refleja un cambio profundo en las expectativas laborales, donde la autonomía cobra un nuevo valor y la calidad de vida es un factor decisivo para la elección profesional. La conciliación entre trabajo y vida personal es hoy una prioridad, y el trabajo remoto se presenta como una herramienta indispensable para alcanzarla. Sin embargo, las políticas empresariales y gubernamentales aún están en proceso de adaptación a esta realidad cambiante.
La demanda para incorporar opciones de trabajo remoto en los convenios colectivos y contratos laborales se ha intensificado, y los sindicatos, como la organización que colaboró en la encuesta nacional, lideran estas gestiones para establecer pautas que garanticen derechos y condiciones óptimas. En un panorama internacional, la experiencia canadiense ofrece una referencia valiosa sobre cómo integrar el trabajo remoto en la cultura laboral moderna. El equilibrio logrado entre la productividad y la flexibilidad es un modelo a seguir para otros países que aún están adaptándose a la nueva normalidad postpandemia. Además, esta modalidad puede influir positivamente en otros aspectos económicos y sociales. Menos desplazamientos diarios implican una menor huella de carbono, contribuyendo a objetivos de sostenibilidad ambiental.
También pueden generar beneficios indirectos, como la reactivación de economías locales al fomentar un consumo más distribuido y flexible. Es importante destacar que el trabajo remoto no es posible ni deseable para todas las actividades o sectores. Por eso, el modelo híbrido gana terreno como la forma más equilibrada, permitiendo a los empleados mantener el contacto directo en oficinas y a la vez disfrutar de la autonomía que ofrece el hogar. En conclusión, Canadá lidera mundialmente la adopción del trabajo remoto entre profesionales universitarios y esta tendencia está acompañada de un impacto positivo en la productividad, el bienestar y la flexibilidad laboral. La experiencia canadiense refleja cómo las nuevas formas de organización del trabajo pueden transformar la vida laboral, ofreciendo oportunidades para mejorar el equilibrio entre la vida profesional y personal.
El trabajo remoto ha llegado para permanecer, configurando un nuevo paradigma que sirve de inspiración y aprendizaje a nivel global.