En el entorno actual del mercado financiero, encontrar oportunidades de inversión valiosas puede ser un desafío, especialmente cuando el mercado experimenta fluctuaciones y correcciones significativas. Sin embargo, las caídas en el precio de ciertas acciones de crecimiento no siempre indican problemas fundamentales, sino que a menudo pueden presentar momentos ideales para adquirir participaciones en compañías con gran potencial de crecimiento a largo plazo. Tres ejemplos ilustrativos de este fenómeno son Nvidia (NASDAQ: NVDA), Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (NYSE: TSM) y ASML Holding (NASDAQ: ASML), todas ellas empresas que han descendido más del 30% desde sus máximos históricos y cuyo futuro en la industria tecnológica, especialmente en la inteligencia artificial (IA), se perfila sólido y prometedor. Nvidia, reconocida mundialmente por su liderazgo en el desarrollo de unidades de procesamiento gráfico (GPU), ha visto como su cotización se ajusta significativamente, pero mantiene una posición central en el despliegue global de tecnologías relacionadas con la IA. Las GPUs de Nvidia son la base de múltiples soluciones en la nube y centros de datos que están impulsando la transformación digital en todo el mundo.
Según declaraciones recientes de su CEO, Jensen Huang, la inversión mundial en centros de datos crecerá desde aproximadamente 400 mil millones de dólares en 2024 hasta alcanzar un billón de dólares en 2028, con Nvidia capturando una fracción significativa de este mercado debido a su tecnología avanzada y alta demanda. En este ecosistema de crecimiento, Taiwan Semiconductor desempeña un papel crucial como fabricante de chips para Nvidia y otros gigantes tecnológicos. La empresa es la mayor fundición independiente del mundo y su liderazgo técnico, combinado con su capacidad de producción, le permite abastecer la demanda creciente de semiconductores especializados para IA. El CEO de Taiwan Semiconductor, C.C.
Wei, ha anunciado que espera que los ingresos derivados de chips relacionados con inteligencia artificial se dupliquen en 2025, con un crecimiento compuesto anual del 45% en un plazo de cinco años, un ritmo vertiginoso que refleja la intensa aceleración en la adopción de IA a nivel global. ASML Holding complementa esta cadena de valor tecnológico con su exclusividad en la fabricación de máquinas de litografía ultravioleta extrema (EUV), necesarias para crear chips avanzados con precisión nanométrica. Esta tecnología patentada no tiene competencia y es indispensable para que empresas como Taiwan Semiconductor puedan avanzar en sus procesos manufactura, respaldando todo el desarrollo y producción de semiconductores del futuro. La posición de monopolio tecnológica de ASML la convierte en un jugador insustituible para la industria y un valor que, a pesar de su reciente corrección en el mercado, mantiene un perfil altamente atractivo para inversores interesados en tendencias de largo plazo. El vínculo entre estas tres compañías ilustra perfectamente cómo la cadena de suministro de chips para inteligencia artificial no solo está consolidada, sino que se proyecta como una de las áreas con mayor inversión y crecimiento en el panorama tecnológico actual.
La demanda de GPUs de Nvidia impulsa la necesidad de más chips fabricados por Taiwan Semiconductor, que a su vez depende críticamente de la tecnología de ASML para fabricar esos chips con la calidad y precisión requerida. A medida que la integración de la inteligencia artificial en diferentes sectores industriales y servicios se profundiza, la expansión de esta cadena industrial será inevitable. A pesar de la volatilidad que ha llevado a estas acciones a situarse por debajo de sus máximos históricos en más de un 30%, los fundamentos y las perspectivas de crecimiento de estas compañías permanecen robustos. Los riesgos existen, como en cualquier inversión, especialmente en un sector tan dinámico y competitivo como el tecnológico, pero la probabilidad de una interrupción significativa en la demanda de IA parece remota barridos los indicadores actuales y las tendencias del mercado global. La caída en los precios puede estar relacionada con factores externos temporales, incluyendo preocupaciones sobre aranceles comerciales, cambios regulatorios, o simplemente la corrección natural tras fuertes subidas en periodos anteriores.