Vertex Pharmaceuticals, líder en biotecnología y desarrollo farmacéutico, ha enfrentado una serie de contratiempos durante el primer trimestre de 2025 que han provocado una caída del 12% en el valor de sus acciones. Estos resultados negativos han generado inquietud entre los inversores y analistas, quienes están reevaluando las perspectivas a corto plazo de la compañía, a pesar de sus prometedoras proyecciones a largo plazo en el sector farmacéutico. La empresa reportó un desempeño por debajo de las expectativas en ventas y ganancias, lo que ha agravado la presión sobre el precio de sus títulos en el mercado bursátil. Uno de los principales factores que afectaron a Vertex durante este período fue la baja demanda y adopción de sus recientes medicamentos, especialmente el nuevo tratamiento no opioide para el dolor llamado Journavx. Este producto, diseñado para atender una necesidad crítica en el área del manejo del dolor sin recurrir a opioides, mostró ventas insignificantes en este primer trimestre.
A pesar de que 94 millones de pacientes con seguro médico tienen acceso a Journavx, más de la mitad enfrentan restricciones que han limitado su uso, frenando así la expansión esperada. La incertidumbre sobre el rendimiento cercano de Journavx ha llevado a importantes casas de análisis a recalibrar sus valoraciones de Vertex. Leerink Partners, por ejemplo, degradó la calificación de la acción a 'performance de mercado' y disminuyó su precio objetivo, reflejando el escepticismo ante la capacidad de este medicamento para captar una cuota significativa del mercado en el corto plazo. Además, la compañía enfrenta la espera por resultados cruciales provenientes de dos estudios clave sobre enfermedades renales, cuyos datos no estarán disponibles hasta 2026, lo que añade una capa de incertidumbre a las perspectivas futuras. En cuanto a sus productos ya consolidados, la venta de medicamentos para fibrosis quística como Alyftrek y Trikafta continúa siendo una fuente importante de ingresos, aunque con desafíos.
Las ventas de Alyftrek se ubicaron por debajo de las expectativas, alcanzando apenas 53.9 millones de dólares frente a una proyección mucho más optimista de 94 millones. Vertex estaba contando con que los pacientes migraran progresivamente de Trikafta – cuyo tiempo de patente es limitado – hacia Alyftrek, pero la transición está siendo más lenta de lo previsto. Los analistas del sector consideran que esta conversión llevará más tiempo y menor volumen en 2025, revisando a la baja las estimaciones iniciales de venta para Alyftrek. Otro golpe significativo para las ventas fue la situación en Rusia, donde Vertex perdió cerca de 100 millones de dólares debido a la venta de una copia no autorizada del fármaco Trikafta.
Este evento ha añadido un impacto financiero negativo durante el trimestre y se espera que la mayoría de estas pérdidas se reflejen en el tercer trimestre del año. Paralelamente, los avances en terapias genéticas han presentado nuevas barreras. La colaboración de Vertex con Crispr Therapeutics para el desarrollo del medicamento Casgevy, enfocado en tratar la anemia falciforme y beta talasemia mediante edición genética, mostró ventas de tan solo 14.2 millones, cifra insuficiente frente a las previsiones optimistas de entre 16.3 y 17.
7 millones. La reacción a estos resultados afectó incluso a las acciones de Crispr, que retrocedieron un 3% tras el reporte. En otra alianza destacada, esta vez con Moderna, Vertex anunció la pausa en un estudio clínico que buscaba desarrollar un tratamiento inhalado para la fibrosis quística. Esta medida fue tomada debido a problemas de tolerabilidad detectados en los participantes, lo cual detuvo temporalmente el progreso del ensayo, generando dudas sobre la viabilidad del medicamento. Aunque la pausa no implica la interrupción definitiva del proyecto, el revés supone un retraso y pérdida de confianza en el cronograma original, afectando tanto a Vertex como a Moderna, que vio caer sus acciones significativamente.
Este incidente se suma a otro reciente retroceso, la cancelación del desarrollo de un medicamento para la diabetes tipo 1, lo que evidencia un período turbulento para los programas de investigación y desarrollo de Vertex. Pese a todos estos problemas y la caída en las valorizaciones, algunos analistas mantienen una visión optimista para Vertex a largo plazo. Consideran que la compañía sigue teniendo un portafolio robusto y con potencial de crecimiento, especialmente por su posicionamiento en el área de enfermedades genéticas y crónicas. La capacidad para innovar y evolucionar su pipeline de productos continúa siendo un pilar fundamental para su estrategia futura. El mercado, sin embargo, permanece a la expectativa de próximos reportes que clarifiquen el desempeño de sus nuevos productos y los resultados de los estudios clínicos en marcha.