En los últimos años, muchas personas se preguntan si es posible encontrar cuentas de ahorro que ofrezcan un interés del 7% o más. Durante una época, esta cifra parecía alcanzable, e incluso común en algunas instituciones financieras. Sin embargo, en la actualidad y en medio de un entorno económico cambiante, las cuentas de ahorro con una tasa de interés tan elevada se han convertido en una rareza, por no decir una utopía. Para entender por qué, es imprescindible analizar el contexto económico, las políticas del Banco Central, así como las alternativas efectivas que existen para quienes buscan sacar el mayor provecho a sus fondos sin asumir riesgos elevados. A partir de 2022, el panorama financiero mostró un cambio significativo cuando la Reserva Federal de Estados Unidos —similar al Banco Central en otros países— inició una serie de incrementos agresivos en las tasas de interés.
Esta medida fue principalmente una respuesta para controlar la inflación que afectaba la economía post-pandemia y evitar que ésta derivara en una recesión profunda. Por un tiempo, los consumidores vieron cómo las tasas de interés en productos financieros tales como cuentas de ahorro, certificados de depósito y cuentas del mercado monetario empezaron a subir, lo que generó un optimismo temporal en cuanto a los rendimientos que podrían obtener dejando dinero en el banco. Sin embargo, a medida que la inflación comenzó a acercarse a la meta establecida por los bancos centrales —usualmente un 2% anual—, se anticiparon recortes graduales en las tasas de interés. Esta situación impactó directamente en el rendimiento que las instituciones financieras estaban dispuestas a ofrecer a sus depositantes. Las cuentas de ahorro, especialmente aquellas con tasas variables, empezaron a ver una disminución paulatina de sus porcentajes de rendimiento, alejándose de cifras altas como el 7%.
En el momento actual, las tasas más competitivas rondan entre el 4% y el 5%, situación que, aunque más baja de lo esperado para algunos, todavía representa una mejora significativa respecto al promedio nacional que suele ser mucho menor. ¿Por qué es tan difícil encontrar cuentas de ahorro con tasas del 7% hoy en día? La razón principal radica en el costo del dinero en la economía y en la política monetaria. Cuando el Banco Central eleva las tasas de interés, los bancos tienden a pagar más por los depósitos para atraer capital, pero cuando estas tasas bajan, el interés que ofrecen se reduce. Además, las entidades financieras deben mantener un margen rentable para cubrir sus costos y riesgos. Por ende, ofrecer un interés de un 7% sostenido en una cuenta de ahorro tradicional resultaría imposible o insostenible para la mayoría de bancos bajo el actual entorno económico.
Existen casos particulares en los que algunas cooperativas de crédito o ciertas cuentas específicas pueden ofrecer tasas mayores al 7%, sin embargo, estas suelen venir acompañadas de condiciones estrictas y temporales. Por ejemplo, algunas requieren un mínimo de depósitos mensuales considerables, limitar la duración para la que se ofrece ese rendimiento, o establecer requisitos adicionales como un número mínimo de transacciones o la contratación de otros productos financieros conjuntamente. Lo anterior hace que, aunque la tasa nominal pueda parecer atractiva, en la práctica no sea tan sencilla de aprovechar, y sus beneficios se diluyan con las restricciones. Para aquellos que buscan maximizar sus ingresos por ahorro, es fundamental hacer una comparación exhaustiva entre diferentes bancos y cooperativas. En este sentido, optar por una cuenta de ahorro de alto rendimiento (HYSA, por sus siglas en inglés) puede ofrecer un equilibrio adecuado entre riesgo, liquidez y rendimiento.
Estas cuentas suelen ser accesibles online y ofrecen tasas que pueden ser considerablemente más altas que las cuentas tradicionales, aunque rara vez alcanzan o superan el 7%. Además, conviene verificar las condiciones para evitar sorpresas desagradables, como limitaciones en las transacciones o cargos ocultos. Otra opción a considerar son los certificados de depósito (CD) o depósitos a plazo, que permiten “bloquear” una tasa de interés fija por un periodo determinado. Bajo el contexto actual, algunas instituciones financieras pueden ofrecer tasas más atractivas en estos productos, sobre todo si el periodo de inversión es mediano o largo plazo. No obstante, no son tan líquidos como las cuentas de ahorro, pues la salida anticipada normalmente implica penalizaciones.
Por eso es importante alinear esta estrategia con los objetivos financieros personales y la necesidad de contar con fondos disponibles. Para diversificar aún más sus fuentes de ingreso, muchas personas están mirando hacia instrumentos financieros fuera del sistema bancario tradicional, como los fondos mutuos, inversiones en el mercado de valores o fondos indexados. Pero hay que tener en cuenta que estas opciones, aunque potencialmente más rentables a largo plazo, también implican mayores riesgos y no están respaldadas por ningún seguro gubernamental como sí lo están los depósitos bancarios a través de la FDIC o la NCUA en Estados Unidos, o sus equivalentes en otros países. Por tanto, no son un sustituto directo para cuentas de ahorro seguras. Mantener al menos una parte del dinero en cuentas cuyos depósitos estén asegurados sigue siendo crucial para un manejo financiero prudente.
Estas cuentas protegen el capital y permiten acceder a los fondos cuando se necesite, además de generar algo de interés. En tiempos de incertidumbre económica, priorizar la seguridad sobre altos rendimientos puede ser la decisión más inteligente. En resumen, las cuentas de ahorro con una tasa de interés del 7% han pasado a ser prácticamente inexistentes, sobre todo en el entorno actual determinado por políticas monetarias conservadoras. Aunque las tasas de rendimiento han mejorado respecto a los últimos años, lo remunerativo de una cuenta de ahorro debe medirse teniendo en cuenta factores como la seguridad, liquidez y condiciones específicas que cada producto impone. La recomendación para quienes buscan rentabilizar sus ahorros es informarse bien, comparar múltiples opciones y diversificar sus decisiones financieras complementando las cuentas de ahorro con otros instrumentos que se adapten a su perfil y objetivos.
Así, aunque no se logre un 7% fijo, sí es viable encontrar alternativas que permitan un crecimiento adecuado y seguro del capital.