En el mundo de la informática de placa única, el Raspberry Pi ha dominado durante años como referente en tamaño compacto, versatilidad y una comunidad extensa que lo respalda. Sin embargo, la evolución constante en tecnologías de procesadores y conectividad ha impulsado la aparición de dispositivos que no solo igualan su tamaño sino que también mejoran sus capacidades, especialmente incorporando arquitecturas emergentes como RISC-V. En este contexto surge el Muse Pi Pro, una computadora del tamaño de una tarjeta de crédito que cuenta con un procesador RISC-V de ocho núcleos y una sorprendente gama de opciones de expansión, incluyendo sockets M.2 y mini PCIe (mPCIe). Este dispositivo apunta a ser una plataforma versátil tanto para desarrolladores experimentados como para usuarios que busquen experimentar con un hardware innovador y abierto.
El Muse Pi Pro destaca inicialmente por su factor de forma que emula, en dimensiones, al popular Raspberry Pi Modelo B. Esta elección de diseño no es casual; busca aprovechar el ecosistema y accesorios que han sido estandarizados en torno a esta medida, facilitando la integración y el desarrollo de proyectos que requieren una computadora compacta con múltiples opciones de conexión. Pero la similitud estética se complementa con características técnicas avanzadas que superan con creces a las habituales en este segmento. En el corazón de este sistema se encuentra un procesador SpacemiT M1, un chip de 64 bits basado en la arquitectura RISC-V con ocho núcleos que alcanzan frecuencias de hasta 1.6 GHz.
La arquitectura RISC-V está ganando terreno por ser abierta y altamente configurable, lo que permite a fabricantes y desarrolladores adaptar su hardware y software de manera más flexible que las plataformas cerradas tradicionales. Además, este procesador incorpora un NPU (Unidad de Procesamiento Neural) capaz de ofrecer hasta 2 TOPS en desempeño de inteligencia artificial, lo que abre la puerta a aplicaciones de aprendizaje automático y procesamiento avanzado directamente en un dispositivo pequeño y autónomo. La memoria es otro aspecto en el que el Muse Pi Pro ofrece opciones competitivas, soportando hasta 16 GB de RAM LPDDR5x-2400, con una versión base que ya equipa 8 GB. Esto significa que puede manejar cargas de trabajo más exigentes y multitarea con mayor eficiencia. En cuanto al almacenamiento, cuenta con hasta 128 GB de memoria eMMC 5.
1 integrada, asegurando rapidez en el acceso a datos y estabilidad. Pero donde realmente brilla en términos de conectividad y expandibilidad es en la inclusión de sockets M.2 2230 y un mini PCIe. El puerto M.2 posibilita añadir unidades SSD compatibles con PCIe 2.
1 x2 o accesorios que necesiten alta velocidad de datos, mientras que el mini PCIe, compatible con una línea PCIe 2.1, se presenta como una solución ideal para integrar módems celulares u otros dispositivos compactos. Además de estas interfaces, el Muse Pi Pro incorpora conectores MIPI-CSI y MIPI-DSI para cámaras y pantallas, facilitando su uso en proyectos que requieren captura y visualización de video o imágenes de alta calidad. La plataforma también incluye puertos HDMI 1.4 para salida de video, cuatro puertos USB 3.
0 tipo A que permiten conectar una amplia variedad de periféricos rápidos, además de un puerto USB 2.0 tipo C que admite alimentación y transferencia de datos. Otros elementos que no pueden faltar en un dispositivo moderno son un puerto Gigabit Ethernet para conexiones de red estables y veloces y un lector de tarjetas microSD para almacenamiento adicional o sistemas operativos alternativos. Pese a contar con especificaciones llamativas, el Muse Pi Pro enfrenta algunos retos propios de la arquitectura RISC-V y de ser un hardware emergente en un mercado dominado por ARM y x86. La compatibilidad y soporte de software aún están en desarrollo, lo que implica que algunas aplicaciones o sistemas operativos podrían no funcionar de manera óptima o requerir adaptaciones.
Sin embargo, esta situación no debe verse como un impedimento sino como una oportunidad para desarrolladores e ingenieros que busquen experimentar con una tecnología abierta y en evolución. El precio del Muse Pi Pro es competitivo si se compara con otras computadoras de placa única con características similares. Los modelos base pueden encontrarse desde aproximadamente 122 dólares, aunque el costo puede aumentar al elegir versiones con más memoria, almacenamiento o sistemas de enfriamiento adicionales como ventiladores o disipadores de calor. Este rango de precios, sumado a su variedad de puertos y la calidad de sus componentes, hace del Muse Pi Pro una opción atractiva para entusiastas que busquen un SBC moderno, potente y expandible. La introducción de Muse Pi Pro también refleja tendencias más amplias dentro de la industria tecnológica, donde se observa un creciente interés en sistemas basados en RISC-V atraídos por su apertura y potencial de personalización.
Esta arquitectura está captando la atención no solo de startups y desarrolladores independientes, sino también de grandes empresas que buscan alternativas a los procesadores tradicionales. En este escenario, proyectos como Muse Pi demuestran que es posible crear hardware con dimensiones compactas y especificaciones competitivas, al tiempo que se promueve un ecosistema abierto y colaborativo. Asimismo, la capacidad para integrar almacenamiento rápido mediante el socket M.2 y dispositivos celulares mediante el mini PCIe lo posiciona como una plataforma ideal para aplicaciones embebidas avanzadas, estaciones de trabajo portátiles, dispositivos de IoT con altas demandas de procesamiento y almacenamiento, e incluso como una base para crear servidores de bajo consumo. Su soporte para conectores MIPI también permite abordar proyectos relacionados con visión computacional, robótica y realidad aumentada, un campo en auge que requiere sistemas compactos y potentes.
En definitiva, Muse Pi Pro representa un paso significativo en la evolución de las computadoras de placa única al combinar un tamaño manejable, un procesador RISC-V moderno y opciones sobresalientes de conectividad y expansión. Aunque la madurez del software todavía es una tarea pendiente, la propuesta es sólida para quienes buscan experimentar con tecnologías abiertas y construir proyectos innovadores que aprovechen las últimas tendencias en procesamiento y conectividad. En este sentido, el Muse Pi Pro no solo complementa el panorama actual de SBCs, sino que también impulsa el desarrollo de un ecosistema diversificado en torno a la computación RISC-V. Los usuarios que deseen adentrarse en el mundo del Muse Pi Pro encontrarán una plataforma que equilibra potencia, tamaño y versatilidad. Su semejanza al Raspberry Pi permite integrar accesorios y soluciones existentes con facilidad, reduciendo la curva de aprendizaje y los costes asociados al desarrollo de prototipos.
Al mismo tiempo, sus características avanzadas dejan espacio para ampliar horizontes más allá de proyectos simples, posibilitando tareas con demandas más complejas que requieren procesamiento acelerado y conectividad avanzada. En resumen, Muse Pi Pro es una opción prometedora para desarrolladores, investigadores y entusiastas que buscan explorar el potencial de RISC-V en un formato compacto y funcional, con la ventaja de poder añadir componentes de almacenamiento o comunicación gracias a sus puertos M.2 y mPCIe. A medida que el ecosistema RISC-V continúa creciendo y madurando, dispositivos como este serán fundamentales para definir el futuro de la computación personal y embebida a nivel global.