En 2025, el panorama de los fondos cotizados en bolsa (ETFs) de criptomonedas en Estados Unidos está experimentando un impulso significativo. Según el análisis divulgado por Eric Balchunas de Bloomberg, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) cuenta con más de setenta solicitudes de ETFs cripto bajo revisión, lo que representa un auge en la demanda institucional por productos financieros que brinden exposición diversificada a activos digitales. Esta inédita ola de solicitudes no solo destaca el protagonismo tradicional de Bitcoin, sino que también refleja un creciente interés en las altcoins, particularmente en XRP y Solana, consideradas líderes en esta nueva etapa del mercado cripto estadounidense. El interés en estos fondos surge en un contexto donde las instituciones buscan ir más allá del dominio casi monopólico de Bitcoin y Ethereum en sus carteras. La variedad de activos digitales que están siendo considerados para estos ETFs va desde criptomonedas clásicas como Litecoin y Dogecoin hasta complejos derivados cripto que prometen nuevas formas de diversificación y gestión de riesgo.
Este fenómeno no solo apunta a un mayor apetito inversor, sino que también indica cómo la regulación y la infraestructura del mercado estadounidense están adaptándose a las demandas de un ecosistema digital en constante evolución. La preferencia por las aplicaciones de ETFs basados en XRP y Solana es particularmente notable. Balchunas indicó que diez instituciones han solicitado la creación de ETFs relacionados con XRP, mientras que seis han hecho lo propio con Solana. Estas cifras evidencian que, aunque Bitcoin sigue siendo el punto de partida para muchas estrategias institucionales, la diversificación hacia altcoins con características distintivas y potencial de crecimiento es una prioridad clara. XRP, con su enfoque en transacciones rápidas y eficiencia en pagos transfronterizos, y Solana, conocido por su alta velocidad y bajos costos de transacción, ofrecen atractivos únicos que llaman la atención de los profesionales del mundo financiero.
Este incremento en solicitudes coincide con una mejora en el rendimiento y la popularidad de los ETFs existentes que rastrean Bitcoin. Solo en un día reciente, el 21 de abril de 2025, once ETFs centrados en Bitcoin recibieron un ingreso neto combinado superior a 381 millones de dólares, la cifra más alta desde finales de enero del mismo año. Destacó el ARK 21Shares Bitcoin ETF con una afluencia neta de más de 116 millones de dólares, mostrando que la confianza del mercado no solo persiste, sino que se fortalece tras un periodo relativamente calmado. Los flujos de entrada en estos ETFs no son meras estadísticas; reflejan la percepción general del mercado respecto a la estabilidad y el potencial futuro de las criptomonedas. El buen desempeño durante fines de semana festivos y la capacidad del sector para recuperarse tras episodios de volatilidad han impulsado la confianza de los inversores.
Por ejemplo, en enero, cuando Bitcoin superó la marca de los seis dígitos, el mercado experimentó una afluencia récord de casi 600 millones de dólares en un solo día, demostrando como la euforia y resultados positivos impulsan la demanda de estos vehículos de inversión. En contraste con el mercado europeo, donde los productos negociados en bolsa (ETPs) relacionados con criptomonedas como Solana están ampliamente disponibles y más consolidados, el contexto estadounidense se distingue por regulaciones más rigurosas y un escenario competitivo diferente. Laurent Kssis, CEO de CEC Capital, un veterano especialista en ETPs cripto, recalca la singularidad y maduración gradual que experimenta el mercado norteamericano. Según Kssis, las estrategias institucionales en Estados Unidos comienzan tradicionalmente con Bitcoin como puerta de entrada a las criptomonedas, pero el camino hacia la diversificación obedece a una lógica distinta, que demanda productos bien estructurados, con alta liquidez, soluciones de custodia seguras y claridad regulatoria. La gran cantidad de solicitudes, especialmente en torno a Solana y XRP, demuestra que los emisores ven una demanda firme y creciente que no se limita a la simple exploración de nuevos tokens, sino que apunta a la creación de productos de inversión sólidos y adaptados a estándares profesionales.
Este fenómeno puede catalizar un cambio en la forma en que se percibe la inversión en activos digitales dentro del entorno regulado estadounidense, abriendo puertas para una adopción más amplia y menos especulativa. No obstante, no todo el panorama es positivo. Las dinámicas de mercado recientes han mostrado cierta volatilidad que afecta el rendimiento y la confianza de los inversores en productos vinculados a Bitcoin, debido en parte a la escalada en retórica bélica comercial en Estados Unidos. En febrero de 2025, Bitcoin perdió terreno, cayendo por debajo de los 100.000 dólares y alcanzando un mínimo anual cercano a los 74.
773 dólares a principios de abril. Esta caída se relaciona con la incertidumbre generada por la imposición de aranceles y un descenso general en los mercados tradicionales, que repercutieron también en las criptomonedas. A pesar de estos retos, otros desempeños positivos de fondos como el Fidelity Wise Origin Bitcoin Fund y las variantes de Grayscale muestran que la apuesta por los ETFs basados en Bitcoin sigue vigente. Recientemente, ambas entidades captaron importantes flujos netos, confirmando que el mercado sigue valorando la combinación de transparencia, liquidez y exposición directa en criptomonedas a través de vehículos regulados. El futuro del mercado de ETFs cripto en Estados Unidos dependerá en gran medida del criterio que adopte la SEC ante esta ola de solicitudes.