La integración de inteligencia artificial en el ambiente empresarial ha revolucionado la forma en la que las organizaciones trabajan, aumentando la productividad y facilitando tareas complejas. Microsoft 365 Copilot es uno de estos avances tecnológicos que utiliza comandos de lenguaje natural para ejecutar acciones dentro de las aplicaciones SaaS, generando desde reportes hasta respuestas instantáneas a consultas específicas. Sin embargo, junto con su comodidad y eficiencia, Copilot presenta nuevos riesgos de seguridad que las empresas deben abordar con medidas avanzadas y especializadas. Reco, una plataforma de seguridad SaaS, ha desarrollado un método robusto para gestionar los riesgos asociados con Microsoft Copilot. En lugar de tratar a Copilot como una simple herramienta, Reco lo considera como un componente más del ecosistema SaaS que interactúa directamente con la información sensible de la empresa.
Su enfoque integral proporciona monitoreo en tiempo real y análisis profundo de la interacción de Copilot con los datos y usuarios, anteponiendo la protección sin sacrificar la productividad. Uno de los pilares del enfoque de Reco es el análisis de los comandos o prompts que los usuarios envían a Copilot. Dado que Copilot ejecuta cualquier instrucción que recibe, es fundamental identificar solicitudes que puedan resultar en la exposición o manipulación indebida de información. Por ejemplo, un empleado del área de ventas consultando datos de configuración de la red podría ser una señal de alerta, mientras que un ingeniero de sistemas realizando la misma consulta estaría dentro de su función legítima. Este análisis de contexto de usuario permite a Reco diferenciar entre actividades normales y potencialmente maliciosas.
Además, Reco emplea una sofisticada detección de palabras clave sensibles que suelen estar asociadas con datos confidenciales o intenciones riesgosas, tales como términos relacionados con información personal identificable o técnicas de hacking. Pero no se queda solo en lo evidente. Aplicando procesamiento avanzado de lenguaje natural, la plataforma puede interpretar la intención detrás de consultas sutilmente formuladas para evadir detección directa, capturando posibles intentos de extraer información confidencial disfrazados. Reco también utiliza modelos que identifican patrones de ataque conocidos, comparando las solicitudes realizadas a Copilot con técnicas sincronizadas en marcos reconocidos de ciberseguridad. Esto permite anticipar y frenar maniobras complejas donde Copilot es instrumentalizado como una herramienta de reconocimiento para localizar vulnerabilidades dentro de la infraestructura tecnológica.
Más allá del análisis de recibir instrucciones, la plataforma vigila cómo Copilot maneja la información y cómo esta se comparte o distribuye. Si, por ejemplo, Copilot genera un documento que se vuelve accesible públicamente sin la debida autorización, Reco detecta esta discrepancia y emite alertas para que el equipo de seguridad pueda actuar rápidamente. Esta vigilancia también se relaciona con la clasificación de los datos, ya que al integrarse con sistemas como Microsoft Purview, Reco puede cuantificar riesgos específicos asociados con el acceso a información etiquetada como sensible o confidencial. La gobernanza de identidad y acceso es otro factor crucial en la seguridad del uso de Copilot. El hecho de que esta herramienta pueda interactuar con múltiples aplicaciones y datos implica que solo usuarios autorizados, con permisos estrictamente necesarios, deben tener la capacidad de operar con ella.
Reco revisa las cuentas de usuario en busca de exceso de privilegios, falta de autenticación multifactor y presencia de accesos caducados o externos que podrían ser explotados para manipular Copilot maliciosamente. Reco no solo identifica riesgos en los usuarios, sino que también detecta patrones de comportamiento anómalos que podrían indicar actividades sospechosas, como accesos de ubicaciones inusuales, volúmenes atípicos de datos consultados o acciones fuera del horario laboral habitual. Estas señales, en conjunto con información contextual que enlaza datos y usuarios, ayudan al equipo de seguridad a comprender rápidamente la naturaleza y gravedad de la amenaza, permitiendo una respuesta eficaz y oportuna. Una de las dificultades que enfrentan muchas empresas al incorporar herramientas basadas en inteligencia artificial como Copilot es la falta de visibilidad integral sobre cómo y quién accede a los datos. Reco cubre esta brecha gracias a su grafo de conocimiento, el cual ofrece una representación visual completa que revela la interacción de Copilot con el resto de la infraestructura SaaS.
Este mapa facilita la identificación de usuarios activos, patrones de uso, accesos inusuales y la integración con otras aplicaciones, lo que es clave para mantener el control en entornos complejos y cambiantes. Con la creciente tendencia a conectar Copilot con aplicaciones adicionales mediante plugins o integraciones personalizadas, surgen nuevos vectores de riesgo conocidos como "shadow AI" o IA en la sombra, donde elementos no autorizados pueden operar sin supervisión. Reco monitorea continuamente estas conexiones entre SaaS, detectando rápidamente la aparición de nuevos elementos que podrían comprometer la seguridad y notificando al área responsable para su gestión. Es importante aclarar las limitaciones de Reco para asegurar expectativas adecuadas. No se trata de un sistema de prevención de pérdida de datos en tiempo real, ni bloquea el contenido generado por Copilot.
En cambio, se enfoca en alertar y registrar eventos preocupantes para que la organización pueda implementar las medidas correspondientes. Tampoco reemplaza las soluciones de seguridad a nivel de dispositivos, siendo un complemento que fortalece la capa SaaS. Por último, aunque detecta configuraciones erróneas que pueden poner en riesgo la seguridad, no las corrige automáticamente, sino que proporciona recomendaciones para que los administradores puedan tomar acciones. La adopción de Microsoft 365 Copilot representa una oportunidad para transformar la productividad empresarial, pero su correcta implementación debe ser acompañada de planes sólidos de ciberseguridad. La solución que ofrece Reco permite a las organizaciones no solo confiar en el potencial de la inteligencia artificial, sino hacerlo de forma segura y controlada, maximizando beneficios y minimizando riesgos.
En la era de la automatización y la inteligencia artificial, la gestión integral de la seguridad en el entorno SaaS es fundamental para proteger la información crítica. El enfoque dinámico y multidimensional de Reco para asegurar Microsoft Copilot responde a esta necesidad, brindando herramientas para identificar, monitorear y responder a amenazas inéditas que emergen con la incorporación de AI en flujos de trabajo empresariales. Para quienes buscan profundizar en estas tecnologías emergentes, Reco recomienda la lectura de su publicación especializada que aborda mejores prácticas para gobernar copilotos de AI y fortalecer la postura de seguridad en la era digital. Mantenerse informado y preparado es clave para navegar con éxito la transformación tecnológica sin poner en peligro los activos digitales más valiosos de la organización.