El Reino Unido está dando un gran paso en la transformación digital de sus servicios públicos con la implementación de passkeys en la plataforma Gov.uk. Este cambio representa una evolución significativa en la forma de autenticación de los usuarios, eliminando la necesidad de contraseñas tradicionales y códigos SMS, y abriendo la puerta a un sistema mucho más seguro y eficiente. Actualmente, gran parte de la verificación de identidad en los servicios gubernamentales británicos se realiza mediante códigos enviados por SMS, un método que, aunque efectivo, presenta varias vulnerabilidades y costos elevados. El costo anual de mantener este sistema conlleva un gasto significativo para el gobierno, que se estima en varios millones de libras.
Además, la seguridad de este sistema se ha visto comprometida en múltiples ocasiones debido a ataques de phishing, interceptaciones de códigos y suplantación de identidad. El paso hacia la tecnología de passkeys responde a la necesidad de fortalecer la ciberseguridad y mejorar la experiencia de usuario en un entorno digital cada vez más complejo y expuesto a amenazas. Las passkeys son credenciales digitales almacenadas directamente en los dispositivos del usuario, como teléfonos móviles o portátiles, lo que elimina la dependencia de contraseñas que pueden ser robadas o vulneradas. Una de las ventajas cruciales de las passkeys es su capacidad para ser resistentes al phishing. Los atacantes no pueden acceder a ellas sin el dispositivo físico del usuario, lo que añade una capa de protección que reduce drásticamente el riesgo de accesos no autorizados.
Esto resulta fundamental en un contexto donde la suplantación de identidad y los ataques cibernéticos están en auge a nivel global. Además de la seguridad, la adopción de passkeys trae consigo una mejora significativa en la usabilidad. Los usuarios ya no tendrán que recordar contraseñas complejas ni esperar la llegada de un mensaje de texto para completar su autenticación. El proceso de inicio de sesión se simplifica y se agiliza, lo que se traduce en un ahorro promedio de aproximadamente un minuto por cada acceso, según el análisis del gobierno británico. Este ahorro de tiempo y esfuerzo no solo beneficia a los ciudadanos, sino que también mejora la eficiencia operativa del propio gobierno.
Menos tiempo invertido en procedimientos de autenticación implica una mayor productividad en la gestión de servicios públicos digitales y una reducción en los costos asociados a procesos de soporte técnico y recuperación de cuentas. El anuncio oficial sobre la incorporación de passkeys se realizó en el marco del evento clave de ciberseguridad CYBERUK, organizado por el gobierno británico. Este evento sirve como plataforma para presentar avances en tecnología digital y medidas para fortalecer la defensa cibernética nacional. La decisión del gobierno de unirse a la Alianza FIDO, organización líder en la estandarización de métodos de autenticación sin contraseña a nivel mundial, también refleja su compromiso con la adopción de tecnologías innovadoras y seguras. Las declaraciones de Feryal Clark, ministra de inteligencia artificial y gobierno digital, subrayan la importancia de esta transición no solo para mejorar la seguridad sino también para ofrecer una mejor experiencia a millones de usuarios que interactúan con los servicios gubernamentales del Reino Unido.
La introducción de passkeys representa, en sus palabras, un avance significativo para fortalecer las defensas digitales del país. Expertos en la materia, como Andrew Shikiar, director ejecutivo de la Alianza FIDO, han destacado cómo la adopción de autenticación moderna, segura y resistente al phishing posiciona al Reino Unido como un referente para el sector público y privado a nivel global. La iniciativa es vista como un modelo a seguir que puede inspirar a otros gobiernos y organizaciones a sumarse a la tendencia de una internet más segura y amigable para los usuarios. En términos de perspectiva técnica, Ollie Whitehouse, director técnico del Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC) del Reino Unido, ha manifestado que la meta del organismo es avanzar más allá de las contraseñas convencionales en favor de soluciones como las passkeys, que ofrecen protección contra amenazas comunes como el phishing y el robo de credenciales. Además, el NCSC recomienda encarecidamente a todas las organizaciones que implementen tecnologías de autenticación basadas en passkeys para proteger a sus usuarios y simplificar los procesos de acceso.
La digitalización y el avance hacia una sociedad sin contraseñas en servicios oficiales no es un fenómeno exclusivo del Reino Unido. A nivel mundial, grandes corporaciones como Microsoft y Amazon también están adoptando passkeys para sus sistemas, evidenciando la madurez y viabilidad de esta tecnología. En concreto, Microsoft anunció que su implementación de passkeys en su plataforma permite a los usuarios iniciar sesión en aproximadamente ocho segundos, una mejora notable en comparación con los 69 segundos que suele tardar un inicio de sesión tradicional con contraseña y factor adicional de autenticación. Australia también está avanzando en la implementación de passkeys dentro de su proceso de transformación digital gubernamental, mientras que empresas tecnológicas de gran envergadura como Amazon ya están ofreciendo autenticación sin contraseña para sus servicios. Estas tendencias globales muestran un movimiento claro hacia la modernización de la seguridad digital, priorizando tanto la protección contra ataques como la comodidad del usuario final.
La transición del Reino Unido a passkeys se inscribe dentro de una estrategia digital más amplia que incluye la adopción de inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes para mejorar la eficiencia y seguridad de los servicios públicos. El plan nacional de IA del Reino Unido, recién presentado, pone a la tecnología y la innovación en el centro de la agenda gubernamental, buscando aprovechar las posibilidades que ofrecen las nuevas herramientas digitales en beneficio de todos los ciudadanos. No obstante, la transición hacia este nuevo modelo de autenticación también implica desafíos que deben ser gestionados cuidadosamente. La inclusión digital es uno de ellos, asegurando que todos los ciudadanos, independientemente de su nivel de acceso a dispositivos tecnológicos o habilidades digitales, puedan beneficiarse plenamente de las nuevas medidas de seguridad. También es esencial garantizar que la privacidad y protección de datos sean prioritarias durante todo el proceso, contemplando regulaciones y supervisión adecuadas para evitar abusos.
