Ethereum, la segunda criptomoneda más importante y popular del mercado, está generando un renovado interés en la comunidad de inversores y traders debido a un conjunto de señales técnicas y métricas onchain que solo habíamos observado en su etapa inicial de crecimiento explosivo en 2017. Durante aquel período, Ethereum vivió un espectáculo de ganancias del orden del 25,000%, escalando desde apenas 6 dólares hasta más de 1,400 dólares en poco más de un año. Hoy, en 2025, muchos indicadores parecen apuntar a una posible repetición de ese ciclo alcista histórico, encendiendo las expectativas de quienes siguen de cerca el mercado cripto. Uno de los elementos más destacados es la formación de una vela mensual Dragonfly Doji, una estructura de candlestick que rara vez aparece y que ha sido un precursor confiable de impulsos alcistas importantes en Ethereum. Esta vela se caracteriza por una sombra inferior muy larga y un cierre que se sitúa muy cerca del punto de apertura, lo que refleja una fuerte presión de compra para rechazar niveles de precio más bajos durante el mes.
Este patrón no solo apareció antes del despegue de ETH en 2017, sino que también ha precedido movimientos alcistas significativos en 2021 y 2023, cuando la criptomoneda experimentó subidas de más del 80% y 145% respectivamente. El hecho de que ETH haya formado esta estructura en el contexto actual sugiere que los toros están ganando terreno después de un período prolongado de corrección. Si el mercado confirma esta señal con una apertura sólida en mayo, especialmente si el precio supera el máximo alcanzado en abril de alrededor de 1,950 dólares, Ethereum podría estar preparando el terreno para una nueva carrera alcista que inicialmente podría llevarlo cerca de los 2,100 dólares. Esta perspectiva optimista toma fuerza teniendo en cuenta otros indicadores relevantes. El segundo elemento que llama la atención es que Ethereum está retesteando una zona de soporte parabólico de largo plazo que ha servido como punto de inflexión en ciclos alcistas previos.
Este soporte, representado por una línea verde en los gráficos técnicos, ha funcionado consistentemente como un trampolín para movimientos ascendentes fuertes en cada ciclo. En particular, durante los primeros meses de 2017, ETH rebotó en esta línea justo antes de iniciar su explosiva subida hacia los 1,400 dólares desde apenas 6 dólares. Los análisis técnicos actuales, incluidos los comentarios del reconocido chartista Merlijn the Trader, señalan que este soporte podría estar desempeñando nuevamente esa función crucial, haciendo que el retesteo actual sea una señal alcista de alto impacto. La repetición de este patrón parabólico sugiere que Ethereum podría estar en la antesala de uno de sus rallies más potentes, dependiendo por supuesto del contexto macroeconómico y del apetito de los inversionistas por activos de riesgo. Finalmente, desde una perspectiva onchain, la métrica MVRV Z-Score proporciona una valiosa lectura sobre el valor relativo de ETH en el mercado.
Este indicador compara el valor realizado con el valor de mercado para detectar momentos de sobrevaloración o subvaloración, y es ampliamente utilizado para identificar techos y pisos en ciclos de activos digitales. En el caso actual, la MVRV Z-Score de Ethereum ha ingresado en la zona histórica de acumulación, un rango verde que previamente ha marcado los mínimos de mercado en ciclos pasados. Esta zona ha coincidido con momentos de capitulación y entrevistas bajas de precios en 2018, 2020 y 2022, antes de que se produjeran rallies de meses e incluso años posteriores. Esta acumulación onchain sugiere que la comunidad y los grandes poseedores están comprando y acumulando ETH, lo que es una señal positiva para el futuro cercano. La conjunción de estos tres factores —el Dragonfly Doji, el soporte parabólico de largo plazo y el MVRV Z-Score en zona de acumulación— presenta un escenario técnico y fundamental particularmente interesante para Ethereum.
Estos elementos indican que la criptomoneda podría estar en el suelo de su ciclo actual, y que un movimiento alcista importante podría estar por comenzar en los próximos meses. Sin embargo, es importante recordar que el mercado de criptomonedas es altamente volátil y está sujeto a factores externos que pueden afectar su comportamiento, como regulaciones cambiantes, condiciones macroeconómicas y avances tecnológicos dentro del ecosistema de Ethereum. La naturaleza cíclica de las criptomonedas invita siempre a la prudencia y a un análisis constante antes de tomar decisiones de inversión. Además, la actual configuración técnica de Ethereum se da en un contexto donde los proyectos de blockchain continúan evolucionando, y Ethereum sigue consolidándose como una plataforma líder para aplicaciones descentralizadas y finanzas descentralizadas (DeFi). Su transición hacia Ethereum 2.
0, con mejoras en escalabilidad y eficiencia energética, también influye en las expectativas del mercado a mediano y largo plazo. Las señales que muestra Ethereum en este momento captan la atención de analistas, traders e inversionistas que buscan anticiparse a un posible explosivo movimiento alcista comparable con el histórico rally de 2017. Aunque no hay garantías, estas señales técnicas y onchain ofrecen pistas valiosas basadas en datos y patrones repetitivos del pasado reciente. Para quienes exploran oportunidades en el mercado cripto, monitorizar estas señales y entender su contexto puede ser clave para aprovechar posibles escenarios positivos que Ether pueda ofrecer. Con un precio actual alrededor de 2,600 dólares, según las últimas cotizaciones, Ethereum parece posicionarse para una etapa importante en su ciclo, generando esperanzas de expansión para quienes confían en su ecosistema y futuros desarrollos.
En resumen, Ethereum está mostrando signos técnicos y fundamentales que recuerdan a la fase inicial de su histórico rally de 2017. El patrón Dragonfly Doji sugiere una recuperación de los compradores, el soporte parabólico histórico podría actuar como trampolín para la subida, y la métrica MVRV Z-Score en zona de acumulación indica condiciones favorables para la formación de un piso de mercado. Estos indicios, combinados con el desarrollo constante del ecosistema Ethereum y una comunidad comprometida, podrían marcar el inicio de un nuevo ciclo alcista de gran magnitud, aunque siempre bajo el marco de la volatilidad y la incertidumbre que caracteriza a los mercados de activos digitales.