La industria de las criptomonedas continúa evolucionando y sorprendiendo con movimientos estratégicos que buscan consolidar su presencia y expandir su alcance en el ámbito financiero global. Recientemente, cuatro gigantes financieros y tecnológicos —Cantor Fitzgerald, SoftBank, Tether y Bitfinex— han unido fuerzas para lanzar un ambicioso proyecto centrado en Bitcoin: 21 Capital. Este movimiento, anunciado en abril de 2025, está generando gran expectativa dentro y fuera del ecosistema cripto, dado que representa un esfuerzo conjunto con un objetivo claro: maximizar la inversión en Bitcoin y fomentar la integración de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial y las soluciones energéticas aplicadas a este sector. El surgimiento de 21 Capital puede compararse con la estrategia seguida por MicroStrategy en años anteriores, una compañía que decidió convertir una gran parte de sus activos en Bitcoin. Sin embargo, la diferencia radica en el alcance y la capacidad financiera de esta nueva alianza, la cual involucra actores de peso con profundas raíces en los mercados financieros tradicionales y el mundo del blockchain.
Cantor Fitzgerald, un nombre consolidado en los mercados financieros, aporta no solo capital sino una visión renovada a través de Brandon Lutnick, hijo del Secretario de Comercio de los EE.UU., Howard Lutnick. Brandon lidera esta firma con un enfoque innovador para posicionarse como un referente en inversión en activos digitales. La participación de SoftBank, bajo el mando de Masayoshi Son, resalta un regreso vigoroso al mercado cripto tras experiencias pasadas y pérdidas significativas en 2017.
SoftBank pretende no solo invertir, sino construir un ecosistema que combine Bitcoin, inteligencia artificial y energía, creando sinergias tecnológicas que impulsen el futuro. Tether y Bitfinex, ligados estrechamente por sus actividades en el mundo de las stablecoins y los intercambios de criptomonedas, complementan la coalición con una inversión conjunta significativa. Tether, conocido globalmente por su stablecoin USDT, ha demostrado su interés en desarrollar soluciones que aumenten la inclusión financiera, especialmente en regiones con baja bancarización. Sus inversiones en startups dedicadas a monederos de auto-custodia y en programas educativos de blockchain en África reflejan un compromiso con la democratización de las finanzas. El fondo 21 Capital planea movilizar aproximadamente 3 mil millones de dólares, incluyendo aportes voluminosos como 1.
5 mil millones por parte de Tether, 900 millones por SoftBank y 600 millones por Bitfinex, además de un adicional de 550 millones provenientes de bonos convertibles y capital privado. El Bitcoin se está valorando para esta iniciativa en unos 85,000 dólares por unidad, un precio que, aunque puede generar debate, sirve como referencia para la conversión de las acciones, fijadas en 10 dólares por acción. Esta valoración audaz plantea una pregunta fundamental sobre si la intención es simplemente financiera o también simbólica, posicionándose como un mensaje de fortaleza y visión a largo plazo. Dentro del contexto actual, en que el mercado criptográfico presenta una alta volatilidad y fluctuaciones notables, la creación de 21 Capital aporta un elemento de estabilidad institucional y ambición pionera. La firma está bajo el paraguas de Cantor Equity Partners, una compañía SPAC que ha logrado recaudar 200 millones de dólares desde inicios de 2025.
Aunque aún no se ha realizado el anuncio oficial, se espera que la declaración pública llegue en las próximas semanas, lo que podría marcar un antes y después en la forma en que las grandes instituciones financieras abordan la inversión en criptoactivos. Más allá del mero aspecto económico, la alianza no sólo esta enfocada en la acumulación de Bitcoin sino en la generación de un ecosistema tecnológico que combine las fortalezas de la inteligencia artificial y energías renovables, aportando valor añadido y potencialmente revolucionando la infraestructura del futuro digital. La colaboración entre estas firmas ofrece un modelo de inversión que no se limita a la compra y acumulación de activos digitales, sino que también abarca el desarrollo tecnológico y la inclusión financiera, todo enmarcado dentro de un enfoque holístico que mira hacia la innovación sostenible. El papel de Masayoshi Son es particularmente interesante, pues tras la caída y pérdidas sufridas años atrás con Bitcoin, retoma con mayor rigor y estrategia. Su interés no solo está en los retornos coyunturales sino en la creación de sinergias que fortalezcan la economía digital y tecnológica, apuntando a proyectos como Cipher Mining en Estados Unidos, donde SoftBank ha invertido para fomentar la minería de Bitcoin con una perspectiva más ecológica y eficaz.
Por su parte, la estrategia de Tether en paralelo a 21 Capital busca consolidar su rol como pionero en inclusión financiera en regiones menos favorecidas. Al apostar por soluciones de custodia personal y servicios de pago intuitivos para comerciantes tradicionales, Tether apuesta por derribar barreras y ofrecer alternativas fiables al acceso bancario tradicional, especialmente en mercados emergentes como África, donde la educación sobre blockchain y la adopción cripto pueden cambiar vidas y economías enteras. El mundo observa con interés cómo esta alianza podría influir en el futuro de Bitcoin y las inversiones en criptomonedas. La creación de un vehículo como 21 Capital con fondos por 3 mil millones de dólares representa una apuesta masiva que puede atraer a otros jugadores importantes del mercado, ya sea para replicar el modelo o para competir, acelerando la maduración del sector y su aceptación a nivel global. La iniciativa también tiene un impacto en la forma en que los inversores institucionales y minoristas perciben a Bitcoin como activo de inversión.
La posibilidad de comprar acciones que representan participaciones en una firma dedicada a la adquisición continua de Bitcoin configura una puerta de entrada distinta para aquellos que buscan exposición indirecta a la criptomoneda sin enfrentar directamente la gestión o custodia del activo. Sin embargo, pese al optimismo, es fundamental tener en cuenta que el mercado cripto sigue siendo volátil e impredecible. Las valoraciones altas y la integración de múltiples sectores tecnológicos añaden una complejidad que requerirá supervisión, transparencia y constante evaluación estratégica. La naturaleza dinámica del ecosistema conlleva riesgos inherentes; por eso, la alianza deberá demostrar no solo su capacidad financiera sino también su visión operacional y adaptabilidad a los cambios rápidos del mercado. Este momento marca una etapa significativa en la evolución del Bitcoin y las inversiones en activos digitales.
Con un respaldo sólido y diverso, 21 Capital tiene el potencial de redefinir el horizonte para las criptomonedas, estableciendo nuevos estándares de cooperación entre gigantes tecnológicos y financieros. Mientras tanto, para los interesados en la historia y futuro de Bitcoin, la formación de esta alianza es sin duda un evento a seguir con atención para entender cómo se catalogará en la era moderna de los activos digitales y la transformación económica global.