En el mundo del emprendimiento, el éxito es a menudo exaltado y glamurizado, mientras que el fracaso se contempla como un estigma o un punto de quiebre definitivo. Sin embargo, la verdad es mucho más compleja y humana. Dan Norris, un reconocido emprendedor australiano, fundador de Black Hops Brewing y autor de libros influyentes como The 7 Day Startup, nos ofrece un relato auténtico y crudo sobre lo que significa caer y levantarse en el mundo de los negocios. En una confesión publicada en su blog personal, Dan revela el costo emocional, financiero y social que implica perderlo casi todo y cómo, a pesar de ello, encuentra destellos de esperanza y aprendizaje. Dan Norris logró en apenas algunos años convertirse en una figura icónica en su industria.
Su éxito reflotó desde la fundación y gestión de una de las marcas cerveceras más queridas en Australia. En el apogeo de su trayectoria, disfrutaba de una vida acomodada: una mansión en uno de los suburbios más exclusivos de la Costa Dorada y acciones millonarias en su empresa. Sin embargo, como muchos emprendedores, enfrentó desafíos imprevistos que llevaron a una caída dramática, lo que lo dejó prácticamente en la ruina. Lo que hace único su testimonio es la forma en que no oculta la profundidad de su desánimo. Al publicar un texto titulado "I fucking hate myself" («Me odio a mí mismo»), Dan nos sumerge en la vertiginosa montaña rusa de emociones que viven quienes enfrentan pérdidas significativas.
Caminar por las calles de su barrio de Labrador, un lugar económico comparado con su antigua residencia, lo confronta con una realidad que le resulta difícil digerir. Los símbolos externos de éxito y estatus, como las casas o la ropa, ahora se convierten en recordatorios visibles de lo que ha perdido. Sin embargo, Dan también enfatiza en algo esencial: la felicidad y el bienestar no dependen únicamente del dinero o las posesiones materiales. A pesar de su situación difícil, declara que nunca antes fue tan feliz en una casa. Esto marca un punto importante en la reflexión sobre la relación entre éxito, felicidad y auto percepción.
La realidad financiera puede ser dura, pero el bienestar emocional no tiene que serlo necesariamente. La fragilidad de la condición humana frente al fracaso se evidencia también en su preocupación por la percepción de sus hijos y su entorno. Que su antiguo entrenador de fútbol no lo reconozca en un partido, o que sus hijos puedan llegar a recordar esta etapa como la del "perdedor" de la familia, alimentan una batalla interna de autojuicio y cuestionamientos. Este aspecto ayuda a iluminar la dimensión social y familiar que a menudo se pasa por alto cuando se habla de fracaso empresarial. Dan, sin embargo, no es un extraño al fracaso.
De hecho, es autor de un libro dedicado al aprendizaje desde los errores, The 7 Day Startup, que detalla su trayectoria desde la adversidad hacia la innovación y el éxito. Pero la diferencia clave radica en la temporalidad: hablar sobre el fracaso mientras se está inmerso en la lucha es mucho más desafiante que hacerlo desde la comodidad del éxito alcanzado. El miedo a perder la vivienda familiar es uno de los temores más profundos de Dan. La dificultad de los emprendedores para acceder a créditos hipotecarios y la falta de una jubilación financiera sólida lo colocan en una encrucijada vital. La pandemia agravó esta situación cuando tuvo que recurrir a sus ahorros de jubilación para salvar su negocio, un sacrificio que ahora refleja con pesar, al pensar en la incertidumbre de su futuro.
El relato también incorpora pensamientos sobre figuras emblemáticas en el emprendimiento, como Tony Hsieh, fundador de Zappos, y su filosofía sobre la felicidad y la pérdida. La historia trágica de Hsieh, que terminó en una muerte cuestionada, rebasa el mero hecho del dinero o el éxito empresarial para tocar temas de salud mental y el peso emocional que conlleva el camino emprendedor. Como escritor y hombre de negocios, Dan encuentra en la escritura un posible refugio terapéutico, aunque reconoce las dificultades de expresar públicamente vivencias tan personales. Esto pone de manifiesto un aspecto crucial para la comunidad emprendedora: la importancia de hablar abiertamente sobre los fracasos y los sentimientos que conllevan, para combatir la soledad y el estigma que muchas veces acosan a quienes enfrentan crisis. El testimonio de Dan Norris es un llamado para normalizar la conversación sobre las caídas en el mundo del emprendimiento.