Entender si el mercado está en una fase alcista o bajista es una de las habilidades más valiosas para cualquier inversor, especialmente en el volátil mundo de las criptomonedas. Saber distinguir entre un mercado de toros y un mercado de osos no solo permite gestionar mejor el riesgo, sino también aprovechar oportunidades y evitar errores comunes que pueden afectar gravemente el rendimiento de una cartera. Un mercado alcista se caracteriza por subidas sostenidas en los precios de los activos, que reflejan optimismo y confianza en el crecimiento económico y en el potencial de inversión. Por el contrario, un mercado bajista implica caídas prolongadas en los precios acompañadas por un sentimiento de miedo e incertidumbre entre los participantes del mercado. Sin embargo, más allá de esta definición básica, es fundamental profundizar en los aspectos que configuran cada uno de estos ciclos para poder identificarlos a tiempo.
En un mercado alcista, los precios no solo aumentan, sino que lo hacen con un impulso sólido y respaldados por un volumen significativo de operaciones. La presencia de un volumen de compra creciente indica que un número considerable de inversores está entrando en el mercado, lo que fortalece el movimiento alcista y lo hace más sostenible. Este tipo de mercado suele estar acompañado de un sentimiento positivo generalizado, donde los medios financieros reportan buenas noticias, los inversores particulares y profesionales muestran entusiasmo y la innovación financiera prospera. Un ejemplo claro de mercado alcista se observó entre finales de 2020 y principios de 2021, cuando el Bitcoin escaló desde aproximadamente 10,000 dólares hasta cerca de 70,000. Durante ese período, se vio una infiltración masiva de nuevos inversores, tanto particulares como institucionales, proyectos tecnológicos innovadores que captaron la atención y un clima general de optimismo que impulsó la adopción y expansión del ecosistema criptográfico.
En contraste, el mercado bajista suele manifestarse con caídas consistentes en los precios, donde las recuperaciones temporales suelen ser débiles y rápidamente corregidas a la baja por los vendedores. El volumen de operaciones tiende a disminuir, reflejando la falta de interés o temor de entrar en posiciones nuevas. El sentimiento predominante es de pesimismo y preocupación, lo que provoca que muchos inversores opten por retirarse o adoptar una postura conservadora. El año 2022 es un ejemplo emblemático de un mercado bajista en criptomonedas, cuando tras alcanzar máximos históricos, el mercado colapsó y Bitcoin descendió por debajo de los 20,000 dólares. Además, la crisis provocada por la caída de proyectos importantes como Terra-Luna y problemas graves como los vinculados con Celsius y FTX, aumentaron la incertidumbre y el miedo, consolidando una etapa prolongada de precios bajos y desconfianza.
Analizar más allá del comportamiento de los precios es clave para identificar correctamente en qué fase se encuentra el mercado. El volumen de negociación es una señal clave poco utilizada por inversores novatos, ya que indica la fuerza o debilidad del movimiento de precios. Si los precios suben junto con un volumen creciente, estamos probablemente en un mercado alcista respaldado por participantes comprometidos. Por el contrario, si los precios bajan con un volumen bajo, puede ser señal de un mercado bajista donde el interés es escaso y las recuperaciones no cuentan con soporte sólido. El sentimiento del mercado es otro indicador invaluable.
Herramientas como el Índice de Miedo y Codicia en el ámbito cripto, acumulan datos de actividad en redes sociales, búsquedas en internet y volatilidad para medir la psicología colectiva de los inversores. Durante mercados alcistas, este índice muestra codicia extrema, reflejando la expectativa de ganancias continuas y una actitud más arriesgada. Durante mercados bajistas, el índice cae a niveles de miedo profundo, representando el pesimismo y la cautela extrema. Indicadores técnicos como las medias móviles y el índice de fuerza relativa (RSI) ofrecen señales complementarias para confirmar la tendencia predominante. Mantenerse por encima de la media móvil de 200 días es generalmente un signo alcista, que indica que el activo mantiene un momentum positivo a largo plazo.
Cuando está por debajo, el mercado puede estar en declive. Por otro lado, un RSI por encima de 70 indica condiciones de sobrecompra, preludio posible de una corrección, mientras que valores por debajo de 30 pueden señalar sobreventa y oportunidad de rebote. Más allá del análisis técnico, las condiciones económicas y los factores fundamentales desempeñan un papel crucial. En mercados alcistas, generalmente hay un entorno macroeconómico favorable: tasas de interés bajas, facilitación monetaria y un crecimiento económico estable o en expansión. Por ejemplo, la era de estímulos derivados de la pandemia fue un combustible vital para la subida en los activos digitales.
En cambio, los mercados bajistas suelen coincidir con políticas monetarias restrictivas, aumentos en las tasas de interés e incertidumbres macroeconómicas como la inflación o crisis geopolíticas, que provocan menor apetito por el riesgo. Los eventos fundamentales que pueden marcar la pauta incluyen noticias regulatorias, adopciones institucionales, avances tecnológicos y grandes incidentes de seguridad. Una regulación amigable o innovaciones como actualizaciones en redes blockchain generan confianza y pueden impulsar un mercado alcista. Por el contrario, amonestaciones regulatorias severas, brechas de seguridad o quiebras de grandes entidades erosionan la confianza y pueden desencadenar un mercado bajista. Para profundizar en el análisis, existen múltiples plataformas y herramientas útiles.
Los gráficos de TradingView permiten observar con detalle los movimientos y aplicar indicadores técnicos. Servicios como Cointelegraph ofrecen resúmenes de volúmenes y tendencias que permiten evaluar el contexto de manera rápida. Además, la monitorización de la actividad en redes sociales mediante LunarCrush, así como datos en cadena obtenidos de Glassnode o CryptoQuant, aportan perspectivas sobre el comportamiento de grandes inversores y movimientos ocultos que preceden a cambios sustanciales en el mercado. La importancia de reconocer el ciclo del mercado también se refleja en la forma de gestionar la cartera y planificar las inversiones. En mercados alcistas, seguir la tendencia es la estrategia predominante, pero debe hacerse con disciplina, definiendo objetivos de toma de ganancias y protegiendo posiciones para evitar pérdidas en correcciones repentinas.
La avaricia puede llevar a quedarse demasiado tiempo en activos sobrevalorados, lo que se traduce en pérdidas significativas cuando el mercado gira. En cambio, durante un mercado bajista, la prudencia y la defensa de capital son esenciales. Es recomendable destinar fondos a activos más estables o incluso a monedas estables para preservar valor. La técnica del promedio de costo en dólares (DCA) es muy útil para entrar progresivamente en posiciones sin intentar adivinar el punto más bajo, mitigando riesgos y facilitando la acumulación a precios reducidos. También es fundamental enfocarse en proyectos con fundamentos sólidos, ya que la depuración natural del mercado en estos períodos elimina proyectos vulnerables y permite sobrevivir solo a los más robustos.