En el mundo dinámico y acelerado de las criptomonedas, el precio de Bitcoin (BTC) siempre genera un interés intenso entre inversores, traders y analistas. El 9 de abril de 2025, el precio de Bitcoin experimentó un notable aumento, alcanzando la cifra de $83,500, un nivel que no se veía desde principios de mes. Este repunte significativo ocurrió en un contexto de importantes cambios geopolíticos y económicos, particularmente relacionados con la política comercial de Estados Unidos y la evolución de las tasas de interés del país. La pregunta central que surge a partir de este movimiento es si los traders profesionales han adoptado una postura claramente alcista o si, por el contrario, se mantiene una cautela significativa ante el panorama incierto. Una de las causas inmediatas del aumento en el valor de Bitcoin fue el anuncio del ex presidente Donald Trump sobre una pausa de 90 días en la aplicación de aranceles recíprocos, excepto para China.
Este tipo de noticias no solo afecta la percepción sobre las relaciones comerciales internacionales, sino que también influye directamente en los mercados financieros globales incluidos los activos digitales. Tras el anuncio, Bitcoin logró un incremento del 5 % en menos de una hora, recuperando niveles que habían sido alcanzados días antes. Paralelamente, los mercados bursátiles estadounidenses experimentaron un aumento significativo, con el índice S&P 500 subiendo un 8%. Esta recuperación en los activos de riesgo también refleja un cambio interesante en la percepción de los inversores respecto a las perspectivas económicas a corto y mediano plazo. No obstante, a pesar de esta rápida reacción, el análisis profundo de los derivados de Bitcoin indica que la convicción alcista entre los traders profesionales no es todavía total.
Las métricas de futuros son uno de los indicadores más confiables para medir la confianza de los inversores institucionales y traders con mayor experiencia en el mercado de criptomonedas. En este caso, la prima anualizada de los futuros a dos meses de Bitcoin subió brevemente por encima del umbral neutro del 5%, pero no logró mantener ese impulso. Esto implica que aunque hay indicios de optimismo, existe una falta de impulso sostenido que haría pensar en una tendencia alcista consolidada. Esta cautela está vinculada principalmente a las dudas que existen sobre las políticas monetarias a futuro de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Durante todo el año, el mercado ha estado especulando sobre la posibilidad de que la Fed reduzca las tasas de interés para estimular la economía.
Sin embargo, las actas publicadas del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en abril reflejaron preocupaciones acerca de la posibilidad de una estanflación, un escenario económico con inflación alta y bajo crecimiento. Esto generó incertidumbre adicional, afectando negativamente el sentimiento entre los traders profesionales. Un foco importante de preocupación es la volatilidad y el comportamiento del rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años. Este indicador es fundamental porque refleja la confianza en la gestión de la deuda pública por parte del gobierno de Estados Unidos. La caída en el rendimiento de este bono revela un aumento del escepticismo acerca del manejo fiscal y la capacidad para pagar la deuda, lo que puede impactar en la fuerza del dólar y la percepción del riesgo global.
El reconocimiento de un nivel crítico alrededor del 4.40 % para el rendimiento a 10 años por parte del economista y editor Peter Boockvar apunta a un umbral psicológico para los inversores. Si los rendimientos bajan por debajo de esta cifra, el temor es que los inversores extranjeros reduzcan sus tenencias de bonos estadounidenses, lo que podría aumentar el costo del endeudamiento para el gobierno y fomentar una depreciación del dólar. Este complejo entorno macroeconómico sigue siendo una variable clave en la valoración y desempeño de Bitcoin. Dentro de este marco, el análisis de las opciones de Bitcoin revela una falta de convicción clara en la dirección del mercado.
Tradicionalmente, cuando los traders anticipan correcciones, las opciones de venta (put) se negocian con una prima mayor, elevando la métrica conocida como delta skew (relación entre puts y calls) por encima del 6 %. En cambio, en periodos alcistas esta métrica suele caer por debajo del -6 %. El 9 de abril, justo cuando China anunció un aumento en sus propios aranceles en represalia, el delta skew alcanzó un máximo del 12%, reflejando la incertidumbre y el temor de los inversionistas. Luego del anuncio de Trump sobre la pausa en los aranceles, este indicador volvió a un nivel neutral alrededor del 3 %, sugiriendo que las opciones ahora reflejan probabilidades equilibradas para movimientos al alza y a la baja. Este cambio puede interpretarse como el fin de una fase bajista que comenzó a finales de marzo, pero no implica un entusiasmo alcista pleno.
En resumen, el mercado de opciones refleja precaución y un sentimiento de espera. Para complementar esta visión, el comportamiento de los futuros perpetuos con vencimiento inverso, que incluyen tarifas de financiamiento cada ocho horas, ofrecen una perspectiva sobre la demanda de apalancamiento y la fuerza del mercado. Estos futuros suelen seguir muy de cerca el precio spot pero dependen de las comisiones de financiamiento para mantener el equilibrio entre compradores y vendedores. En condiciones neutrales, la tasa de financiamiento a 30 días se ubica normalmente entre 0.4% y 1.
4%. El aumento de esta tasa a 0.9% el 9 de abril, siendo el nivel más alto en seis semanas, apunta hacia un incremento de compradores minoristas que están entrando en el mercado. Sin embargo, este nivel sigue dentro de un rango considerado neutral, lo que indica que no se ha establecido una dominancia alcista fuerte. Esta coherencia en los indicadores derivados, a pesar del impulso del precio spot de Bitcoin, sugiere que el anuncio sobre la pausa en los aranceles no fue suficiente para restaurar completamente la confianza de los traders profesionales.
La persistencia de tensiones comerciales con China, la incertidumbre sobre la política monetaria y las preocupaciones sobre la economía estadounidense continúan limitando el apetito por un posicionamiento agresivamente alcista. Mirando hacia adelante, es evidente que el mercado de Bitcoin requiere de una reducción en la incertidumbre macroeconómica para que la inclinación de los traders hacia posiciones alcistas se fortalezca. Una disminución sostenida en el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, señales claras de estabilidad en las políticas de la Fed, y una resolución o mejora significativa en las relaciones comerciales internacionales podrían ser catalizadores decisivos para una nueva tendencia alcista sólida. En paralelo, la caída del índice del dólar estadounidense (DXY) a niveles que históricamente han precedido a fuertes rallies en Bitcoin también podría ser un factor fundamental para impulsar el aumento de precios y el cambio en el sentimiento de inversores institucionales. Si estas condiciones se cumplen, el mercado podría experimentar una transición hacia un ciclo alcista con mayor participación de traders profesionales.
En conclusión, el aumento reciente del precio de Bitcoin a $83,5K refleja una combinación de factores que generan optimismo superficial en el mercado, pero al mismo tiempo existe una considerable cautela entre los operadores avanzados. La compleja interacción entre política comercial, expectativas de tasas de interés y métricas derivadas de futuros y opciones indica que la verdadera convicción alcista aún está en proceso de consolidación. Para quienes siguen de cerca el mercado de criptoactivos, comprender estos matices es vital para tomar decisiones informadas. La volatilidad y la rapidez con que se pueden dar cambios en el panorama económico subrayan la importancia de estar atentos a las noticias macroeconómicas y financieras, más allá de los movimientos aislados del precio. Solo un entorno más estable y predecible parecería capaz de generar el impulso necesario para que pro traders y fondos institucionales apuesten firmemente por Bitcoin.
Por ahora, el mercado continúa mostrando un híbrido entre esperanza y precaución, esperando señales claras que permitan transformar este rebote en una tendencia alcista duradera y convincente. Los próximos meses serán clave para analizar si se consolidan estas expectativas o si el activo digital vuelve a enfrentar presiones por factores externos que limiten su crecimiento.