La construcción tradicional está experimentando una transformación profunda gracias a la integración de tecnologías avanzadas como la impresión 3D. Estados Unidos, reconocido por su capacidad de innovación, ha dado un paso importante en este campo con la inauguración del primer Starbucks impreso en 3D en Brownsville, Texas. Este proyecto no solo marca un hito para la reconocida cadena de cafeterías, sino que también pone de manifiesto el enorme potencial de la impresión 3D en la industria de la construcción. La impresión 3D en construcción es una técnica que utiliza una maquinaria especializada para depositar, capa por capa, un material similar al cemento, creando estructuras sólidas de manera automatizada. Este proceso, que anteriormente parecía exclusivo de conceptos futuristas o prototipos experimentales, ya está ganando terreno en diversas aplicaciones comerciales y residenciales.
En el caso de Starbucks en Brownsville, se empleó una impresora 3D llamada BOD2 de la empresa alemana Cobod, un referente mundial en esta tecnología. Desde finales de 2024, la impresora fue instalada en el sitio para comenzar a construir la estructura principal del local siguiendo planos digitales precisos. El resultado fue una edificación de aproximadamente 130 metros cuadrados, destinada principalmente a atender pedidos para recogida y servicio de auto, en lugar del formato tradicional donde el cliente se queda a consumir in situ. Esta decisión de diseño refleja una tendencia actual en modelos de negocio que priorizan la rapidez y la eficiencia. Una vez finalizado el proceso de impresión, un equipo de constructores especializados añadió elementos esenciales como ventanas, techos, techados en la entrada y el sistema eléctrico, convirtiendo la estructura de hormigón en un establecimiento plenamente funcional.
Esta mezcla de procesos automatizados y trabajo manual resalta la fase híbrida en la que se encuentra la construcción impresa en 3D, donde la tecnología aún complementa, pero no reemplaza, la intervención humana. El presupuesto para este proyecto, según documentos oficiales, rondó los 1.2 millones de dólares, lo cual muestra que aunque la impresión 3D trae ventajas en rapidez y optimización de recursos, todavía enfrenta retos para ser más económica en comparación con métodos tradicionales. Sin embargo, las ventajas en la personalización, reducción de desperdicios y la capacidad de replicar diseños complejos con facilidad hacen que el enfoque sea muy prometedor a largo plazo. Brownsville no solo se convierte en un punto clave en el desarrollo tecnológico del país, sino que demuestra el compromiso de Starbucks y de empresas líderes como Peri 3D Construction, pionera en Europa en edificaciones impresas en 3D, con la innovación y la sostenibilidad.
El diseño simple y funcional responde a necesidades concretas del mercado actual sin perder de vista el valor estético que puede aportar la impresión en 3D, visible en las paredes con texturas características y detalles que destacan la modernidad del proceso. La expansión de esta tecnología no se limita a locales comerciales. En Texas, empresas como Icon están aplicando la impresión 3D en desarrollos residenciales y proyectos sociales, como la construcción de viviendas accesibles y comunidades específicas para personas sin hogar. Estos avances permiten ofrecer soluciones rápidas, con menor impacto ambiental y haciendo posible crear estructuras adaptadas a diferentes entornos y necesidades. Desde un punto de vista ambiental, la impresión 3D representa una revolución que podría transformar de manera sustancial la huella ecológica de la construcción.
Al utilizar materiales en forma precisa y minimizar los residuos generados, este método contribuye a un uso más eficiente de recursos naturales. Además, la reducción en tiempos de construcción impacta directamente en la disminución del consumo energético de maquinaria y desplazamientos. Aunque la impresión 3D en construcción aún está en desarrollo, la experiencia de Starbucks en Brownsville es un claro ejemplo de cómo sectores tradicionales pueden adoptar la innovación tecnológica para modernizarse y responder a nuevas demandas de mercado. Uno de los aspectos más interesantes es el potencial para replicar este modelo en diferentes ciudades y tipos de construcción, abriendo un amplio horizonte para la arquitectura y la ingeniería. Además, la incorporación de robots y sistemas automatizados en la impresión no solo mejora la precisión sino que también permite avanzar hacia construcciones más seguras, donde reduce el riesgo para los trabajadores en operaciones complejas o peligrosas.
La mezcla entre tecnología avanzada y mano de obra especializada parecer ser la fórmula para el futuro cercano en el sector. El Starbucks en Brownsville, previsto para abrir sus puertas en abril de 2025, será un punto de referencia para quienes buscan entender cómo la tecnología puede transformar esquemas convencionales, no solo en la construcción sino en la experiencia al cliente. La disposición para manejar grandes cantidades de pedidos rápidos, combinada con una infraestructura innovadora, sugiere un modelo que otras cadenas y comercios podrían seguir para adaptarse a nuevas tendencias de consumo. El progreso continuo de la impresión 3D en Estados Unidos está marcando un precedente en la industria mundial. La colaboración internacional, reflejada en la alianza con empresas europeas como Peri 3D Construction y la utilización de tecnología alemana, destaca la globalidad de este proceso de innovación.