El gobierno croata ha presentado recientemente una propuesta de reforma fiscal que ha generado un amplio debate en el país, especialmente entre los propietarios de viviendas y los inversores en el sector turístico. La iniciativa, impulsada por el ministro de Finanzas, Marko Primorac, busca implementar un impuesto a la propiedad a partir del próximo año, con la intención de regular el creciente mercado de alquileres turísticos a corto plazo y equilibrar el acceso a la vivienda. Según los informes, el nuevo impuesto oscilará entre 60 céntimos y ocho euros por metro cuadrado, dependiendo de la ubicación y características de la propiedad. Esta medida se sumará a un aumento en la tasa fija anual para los propietarios que alquilan sus propiedades a turistas, lo que ha sido motivo de preocupación para muchos propietarios que dependen de estos ingresos para mantener sus negocios familiares. El ministro Primorac justificó la necesidad del nuevo impuesto al señalar que la actual subimposición de las propiedades y los ingresos de alquiler ha llevado a un aumento en la tendencia de los ciudadanos a centrarse en los alquileres turísticos a corto plazo.
Este fenómeno ha tenido efectos negativos en la accesibilidad y disponibilidad de viviendas en Croacia, especialmente en áreas muy visitadas por turistas. "Nos enfrentamos a un problema serio donde la inversión en apartamentos de alquiler ha suplantado la inversión en empresas innovadoras y tecnologías", afirmó Primorac, resaltando que la reforma busca cambiar esta dinámica. La propuesta del nuevo impuesto a la propiedad afectará principalmente a los apartamentos destinados al alquiler turístico y a las propiedades vacías, a excepción de aquellas que no son habitables. Esta medida sustituirá el impuesto anterior que existía para las casas de vacaciones, buscando así una mayor equidad en la carga fiscal. Mientras tanto, las edificaciones residenciales que están ocupadas de manera permanente o que se alquilan a largo plazo quedarán exentas de este nuevo impuesto, una decisión que parece haber sido bien recibida por los ciudadanos que habitan en régimen de alquiler.
Una de las características destacadas de la propuesta es que los municipios tendrán la autoridad para determinar la cantidad exacta del impuesto a cobrar. De los ingresos generados, el 80% se destinará a los municipios locales, mientras que el 20% restante pasará al presupuesto del estado. Esto significa que las diferentes localidades podrán adaptar el impuesto a sus necesidades específicas y prioridades, una estrategia que podría resultar beneficiosa para el desarrollo local. Cabe destacar que la reforma también incluye un aumento en la tasa fija anual que deben pagar las empresas de alquiler vacacional. Esta tasa, que se aplica por cama disponible, estará fijada entre 150 y 300 euros, dependiendo del índice de desarrollo turístico de la zona.
Algunas de las áreas turísticas más demandadas del país se verían así sometidas a una carga fiscal mayor, lo que podría tener consecuencias en la oferta de alojamiento turístico. Sin embargo, la reforma enfrenta resistencia, especialmente por parte de pequeños propietarios que operan alquileres de vacaciones. Muchos de ellos temen que el aumento de la carga fiscal pueda poner en peligro la viabilidad de sus negocios, que en muchos casos son fuentes de ingresos vitales para sus familias. Actualmente, la tasa fija anual está limitada a 199 euros por cama, lo que ha sido considerado un nivel relativamente bajo de tributación en relación a los ingresos que se generan durante la temporada turística. Los críticos de la propuesta han planteado inquietudes sobre el impacto que podría tener en el turismo, que es un pilar fundamental de la economía croata.
Con una creciente dependencia de los ingresos por turismo, muchos temen que una mayor carga fiscal pueda disuadir a los propietarios actuales de alquilar sus propiedades, o incluso llevar a algunos a retirar sus ofertas del mercado por completo. Esto podría traducirse en una menor disponibilidad de alojamiento para los turistas, lo que a su vez podría afectar a la economía local en áreas que dependen en gran medida del turismo. Pese a las preocupaciones, el gobierno sostiene que la implementación del impuesto es un paso necesario para abordar los problemas estructurales que enfrenta el sector inmobiliario en Croacia. La falta de viviendas asequibles y la dificultad de los ciudadanos para acceder a propiedades está teniendo un impacto significativo en la calidad de vida. La propuesta de reforma fiscal pretende, en última instancia, crear un equilibrio más justo entre los intereses de propietarios, inquilinos y el desarrollo sostenible del turismo.
El debate sobre la propuesta del impuesto a la propiedad en Croacia ha llevado a una serie de discusiones públicas y consultas comunitarias. Muchos ciudadanos han expresado su opinión sobre la necesidad de una mayor regulación en el sector del alquiler a corto plazo, pero también han demandado que el gobierno tenga en cuenta el impacto que una carga fiscal adicional puede tener en las pequeñas propiedades y en la economía en general. Mientras tanto, algunos expertos en economía han advertido que cualquier reforma fiscal debe ser implantada con cuidado, asegurando que no descuide las necesidades de los ciudadanos comunes que se ven directamente afectados por decisiones políticas que afectan su bienestar y su capacidad para vivir y trabajar dignamente. Las reformas deben centrarse en soluciones a largo plazo, fomentando inversiones en innovación y sostenibilidad al mismo tiempo que se protege la economía local. De cara al futuro, será fundamental que el gobierno croata escuche las preocupaciones de todas las partes interesadas y busque soluciones equilibradas y sostenibles que beneficien tanto a los propietarios como a los inquilinos, así como al sector turístico en general.
El éxito de esta propuesta no solo dependerá de cómo se implemente el nuevo impuesto, sino también de cómo se lleven a cabo las políticas que regulan el mercado inmobiliario y se fomenta el desarrollo de viviendas asequibles en el país. En última instancia, la cumbre de estas reformas podría definir el panorama habitacional y turístico en Croacia en los años venideros.