Ethereum, la segunda criptomoneda más valorada y plataforma líder en contratos inteligentes, está al borde de una transformación significativa que podría catapultar su velocidad de transacciones a nuevos niveles. La propuesta Ethereum Improvement Proposal 9698 (EIP-9698), presentada por el investigador de la Fundación Ethereum Dankrad Feist, apunta a multiplicar por 100 el límite del gas en la red durante los próximos cuatro años, aumentando la capacidad para realizar transacciones por segundo (TPS) hasta alrededor de 2,000, en comparación con los 15-20 TPS actuales. Este cambio no solamente implica una mejora técnica, sino que podría redefinir la competitividad de Ethereum frente a otras plataformas blockchain que actualmente ofrecen velocidades más rápidas y tarifas inferiores. El concepto de límite de gas es fundamental para entender esta propuesta. En la red Ethereum, el gas representa la unidad que mide el trabajo computacional necesario para ejecutar transacciones y contratos inteligentes.
El límite de gas por bloque determina cuántas transacciones pueden procesarse dentro de cada bloque de la cadena. Actualmente, este límite ronda los 36 millones de unidades, lo que restringe la cantidad de operaciones posibles por bloque y, en consecuencia, la velocidad con la que Ethereum puede procesar transacciones. La propuesta de Feist sugiere un aumento gradual y automático del límite de gas que permita alcanzar los 3.6 mil millones de unidades en el plazo de cuatro años. Esta medida facilitaría la ejecución de hasta 6,000 transferencias simples por bloque.
La manera cómo se propone implementar este cambio es tan innovadora como ambiciosa. En lugar de depender del antiguo sistema que requiere votaciones entre operadores y mineros para ajustar manualmente el límite de gas, el nuevo enfoque introduce un incremento exponencial programado y determinista que eleva gradualmente el límite en cada nueva época del Beacon Chain de Ethereum. Una época equivale aproximadamente a 6.4 minutos y contiene 32 bloques. Este incremento predefinido elimina la necesidad de actualizaciones sorpresivas o decisiones descoordinadas, lo que facilita la adaptación de los validadores y reduce la probabilidad de interrupciones en la red.
Si el EIP-9698 es aprobado y puesto en marcha, la activación se espera para cerca del 1 de junio de 2025, sin la necesidad de un hard fork, lo que significa que la actualización se puede realizar sin dividir la red ni afectar a los usuarios significativamente. Además, esta transición puede ser gestionada como una opción predeterminada en los clientes, aunque los operadores podrán elegir desactivar o modificar manualmente el incremento automático si así lo desean. Este avance va directamente al núcleo del debate sobre la escalabilidad de Ethereum, uno de los principales desafíos que enfrentan las blockchains que buscan ser plataformas útiles para aplicaciones descentralizadas (dApps) y finanzas descentralizadas (DeFi). La competencia en este espacio es feroz y Ethereum ha visto como usuarios y actividad financiera migran hacia redes alternativas que prometen mayor velocidad y comisiones más bajas. Detrás de esta propuesta está Dankrad Feist, un investigador ampliamente reconocido en el ecosistema Ethereum, conocido por su trabajo en ‘danksharding’, una técnica innovadora de fragmentación de datos introducida en la actualización Dencun, que también busca mejorar la eficiencia y escalabilidad del protocolo.
La visión de Feist es que la mejora del límite de gas debe estar alineada con el crecimiento y la evolución del hardware y las mejoras en el protocolo, construyendo un camino sostenible y transparente para el aumento de la capacidad. La ambición de esta propuesta no solo plásmase en la mejora técnica, sino también en su potencial impacto en el ecosistema Ethereum. Con una capacidad incrementada para más de 2,000 TPS sin sacrificar la seguridad ni la descentralización, Ethereum podría recuperar terreno perdido frente a competidores como Solana, Avalanche o Binance Smart Chain, que actualmente atraen volumen por sus tiempos de procesamiento más rápidos y menores costos. Además, esta mejora puede fortalecer el atractivo de Ethereum para proyectos de alto volumen como NFTs, juegos blockchain y aplicaciones DeFi que dependen de una red eficiente y accesible. Desde un punto de vista técnico, la automatización del incremento del gas que propone el EIP-9698 trae beneficios en términos de previsibilidad y estabilidad para los operadores de nodos y validadores.
En la actualidad, la votación manual para aumentar el límite de gas puede generar temores a sobrecargar los nodos más antiguos o lentos, causando que los incrementos sean lentos o conservadores. Con un cronograma claro y programado, los participantes del ecosistema pueden planificar sus actualizaciones y mejoras de hardware de manera más eficiente y sincronizada, lo que podría traducirse en una red más resistente y rápida. No obstante, esta propuesta también apunta a desafíos y debates dentro de la comunidad. El aumento significativo del límite de gas debe ir acompañado de mejoras en la infraestructura y en el hardware de los nodos para evitar que la carga adicional pueda afectar la descentralización o crear nuevas barreras técnicas para los participantes más pequeños. La comunidad deberá asegurarse de mantener un equilibrio entre escalabilidad, seguridad y descentralización, los tres pilares fundamentales sobre los cuales se asienta la confianza en Ethereum.
Además, el mercado y los desarrolladores estarán atentos a cómo este incremento de capacidad puede transformar la experiencia del usuario final. Tarifas de transacción más bajas y tiempos de confirmación más rápidos podrían impulsar una mayor adopción de dApps y contratos inteligentes, generando un círculo virtuoso que incentive la innovación y el desarrollo dentro del ecosistema. Es importante destacar que, si bien esta propuesta puede incrementar la capacidad de transacciones del Layer 1 de Ethereum, el ecosistema sigue trabajando en otras soluciones complementarias de escalabilidad, como las cadenas laterales (sidechains) y los rollups que operan como soluciones Layer 2. Estas tecnologías buscan aliviar la carga del mainnet principal combinando seguridad con mayor rendimiento gracias a procesamiento fuera de la cadena principal. La implementación de EIP-9698 no significa que los rollups y demás soluciones Layer 2 pierdan relevancia, sino que se integrarán en un panorama más robusto y eficiente donde tanto la capa base como las capas superiores puedan coexistir para ofrecer una experiencia optimizada a usuarios y desarrolladores.
Con la fecha aproximada de activación cercana, la comunidad Ethereum y los desarrolladores de clientes ya han comenzado la revisión y evaluación técnica de la propuesta, asegurando que el código sea sólido y que la transición se realice sin problemas. La posibilidad de alcanzar un nivel de transacciones por segundo que multiplique por más de 100 el rendimiento actual representa una oportunidad histórica para Ethereum y para el sector de las criptomonedas en general. En conclusión, Ethereum está a punto de dar un salto significativo hacia la escalabilidad gracias a la propuesta de aumentar automáticamente el límite de gas en un orden de magnitud exponencial durante los próximos años. Este movimiento no solo promete mejorar la velocidad de las transacciones hasta 2,000 TPS, sino también revitalizar su posición frente a la competencia en un mercado donde la eficiencia y el costo son factores decisivos de adopción. La propuesta refleja un compromiso con la sostenibilidad, previsibilidad y seguridad, pilares esenciales para que Ethereum continúe siendo la plataforma líder en innovación blockchain.
El éxito de esta iniciativa tendrá repercusiones profundas en el futuro del ecosistema descentralizado, en la diversificación de aplicaciones y en la experiencia del usuario final, posicionando a Ethereum para afrontar los desafíos del mañana con mayor solidez.